Triángulo amoroso: Hefesto, Afrodita y Ares

En el panteón olímpico, Hefesto estaba formalmente emparejado con Afrodita, a quien nadie podía poseer. Hefesto estaba contentísimo de haberse casado con la diosa de la hermosura y forjó para ella magnífica joyería, entre ella un cinturón que la hacía más irresistible aún para los hombres.

Sin embargo, Afrodita se entregaba en secreto a Ares, el dios de la guerra, según se narra en la Odisea. Quedaban en la fragua de Hefesto cuando él no estaba. Tuvieron dos hijos, Eros y Harmonía.

Cuando Hefesto tuvo noticia de estos amores por Helios, el sol, que todo lo ve, tejió una red de oro irrompible casi invisible con la que atrapó en la cama a los amantes en uno de sus encuentros. Hesíodo cuenta que el suceso fue motivo de gran algarabía en el Olimpo, pues Hefesto llamó a todos los demás dioses olímpicos para que se burlaran de la pareja de amantes. Hermes, el Argifonte, el mensajero de los dioses comentó que no le habría importado sentir tal vergüenza. Hefesto no quiso liberarlos hasta que prometieran terminar su romance, y así lo hicieron, pero escaparon ambos tan pronto como levantó la red Hefesto, y no mantuvieron su promesa.

Según algunos autores, su desgraciado matrimonio con Afrodita fue lo que le impulsó a asaltar a Atenea cuando ésta acudió a él por nuevas armas.mars-and-venus-surprised-by-vulcan-1827

 

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